lunes, 20 de julio de 2009

Marco Antonio, EL OBISPO

Conocí a Marco Antonio Cacao Muñoz, a principios de los años 70. Era un líder natural y el obispo centroamericano más joven de la Iglesia Mormona. Rápido nos hicimos amigos pues compartíamos el amor por los pobres y la justicia. Ambos nacimos en Zacapa, en hogares humildes.

Elías Barahona
Tiempo

Llegó de Usumatlán y se “exilió” en la capital puesto que el sanguinario coronel Carlos Arana Osorio, más conocido como el Chacal de Oriente, fungía como comandante de la base militar de Zacapa siendo sustituido por el General Germán Chupina, con quien Cacao tuvo algunos roces.
En la capital fundó el radioperiódico Panorama en la Radio Nuevo Mundo, propiedad de don Humberto González Juárez, también asesinado por una banda paramilitar. Desde Panorama luchó por los pobres y fustigó a los gobernantes de turno.
La muerte siempre rondó la vida de Marco Antonio. Sus mejores amigos de la universidad murieron a manos del ejército y la policía en los años setenta y su suegro, don José de Paz, dirigente ferrocarrilero, cayó abatido por balas disparadas por los asesinos de turno.
Maco rápidamente se abrió paso en la vida política y fue muy cercano a los dirigentes socialdemócratas Julio Segura, Manuel Colom Argueta y Alberto Fuentes Mohr, también asesinados en 1979. Más o menos por 1974 ingresó a las filas del Partido Socialista Democrático y desde allí puso sus mejores esfuerzos para coadyuvar en la democratización de Guatemala.
Al ser fundado en 1974 el Sindicato de Trabajadores en los Medios de Comunicación de Guatemala, del cual fui su primer secretario general, Marco Antonio se destacó como uno de sus principales impulsores para la obtención del primer salario mínimo para los periodistas y el mejoramiento del gremio.

Su asesinato. El 2 de julio de 1980 nuestra red de inteligencia captó información y se supo que había un plan para asesinar a Marco Antonio, el sábado 5 de julio, rápidamente me puse en contacto con él. No me creyó. Tenía una inmensa fe en su Dios. Sin embargo, el viernes 4 de julio me buscó y me dijo que había decidido salir del país, abordaría el avión rumbo a San José, Costa Rica, a las 17:00 horas de ese mismo día.
Para mi sorpresa me buscó nuevamente a las 18:00 horas. No pudo viajar tenía vencido el pasaporte. Le dije que se refugiara en mi casa pero se negó. Lo puse al tanto de los ardides de la G-2 para sacarlo a uno de su casa y asesinarlo: Tené cuidado alguien de mucha confianza te puede llamar y decirte que un familiar tuvo un accidente”.
En efecto, a las siete de la mañana del sábado 5 de julio sonó el timbre del teléfono en su casa. Una voz conocida le dijo que su hermano Julio acababa de tener un accidente en la carretera hacia la Colonia Maya, en la zona 18. En pijama y con pantuflas abordó su auto, le dio un beso a su esposa Ledy y le dijo que ya volvía. Fue la última vez que lo vio con vida. Marco Antonio cayó asesinado por una fuerza de tarea del ejército, en una de las curvas de la carretera que conduce a la Colonia Maya, a eso de las 7:30 horas.
Sus asesinos obraron con la mayor saña luego de acabarlo a tiros, calibre nueve milímetros y 45, bajaron de dos jeeps y le ensartaron un garfio en la garganta. El periodista quedó dentro de su vehículo tendido sobre el asiento delantero, detrás del timón. En su casa, Ledy y sus hijitos Guillermo Antonio, de 4 años y su hermanita de 2, lo esperaban para desayunar. Nunca se supo quién lo llamó para tenderle la emboscada. A los pocos minutos, en el otro extremo de la capital, cerca del cine Reforma , en la zona 9, caía quebrada por las balas la joven catedrática universitaria Rita Navarro. Al ser consultado, en confianza, el ministro de gobernación Donaldo Alvarez Ruíz, dijo: Viajaba mucho a Costa Rica para comprar armas para la guerrilla.©

3 comentarios:

  1. Estimado Elías quiero agradecerte esta reseña histórica que me ha llegado y conmovido profundamente. en serio no tengo palabras para agradecertelo y que dichoso que lograste conocer tan bien a mi papa. Creeme que yo con 7 años que lo tuve aun guardo inmensos recuerdos. Como el radioperiodico, El Imparcial, Estudio Abierto, y cada momento que pase junto a el. Para mi el mejor padre, el mejor amigo y asumo que para muchos el mejor amigo y compañero.COn reseñas como esta es que la historia vive y nunca morirá. Abrazo fuerte. saludos Guillermo Cacao (gcacao@yahoo.com)

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    1. Aunque tarde, muy hermoso su mensaje. La memoria que usted guarda de su padre, lo enaltece a él y a usted.

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  2. Excelente, muchas gracias de verdad, información muy valiosa de un personaje muy importante. Verdaderamente un orgullo Usumatleco.

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