Gustavo Bracamonte
CHIQUIMULJÁ
Cuando escuché de un susodicho decano afirmar que en su facultad nadie entra sin su permiso, vino a la memoria tanta historia masticada y traída del feudalismo. El señor feudal dueño y señor de determinada área geográfica y de campesinos miserables que obviamente trabajan incondicionalmente para él. O, es lo mismo, un candidato a lo que sea se abroga la potestad por decidir que sus profesionales deben votar a como dé lugar por él, el señor feudal universitario.
Cuánta mediocridad junta en una sola persona o en un solo grupo o en una sola institución. Disgusta escuchar y ver el rebaño desplazándose al señalamiento del “señor”. Realmente es insoportable la experiencia de presenciar a sujetos inflados de poder y supuestos dueños de las personas. Es inaudito que se dé en profesionales que después de haber estudiado la ciencia lleguen al desafortunado papel de serviles.
La universidad, nuestra madre de la ciencia, la sabiduría y el conocimiento, debe ser precisamente el espacio donde predomine la libertad y la interrelación para ofrecer una academia mucho más integral y no tan fragmentada y conformista prevaleciente en la actualidad. La Escuela de Comunicación, próxima Facultad, egresaría mejores profesionales y de igual manera el resto de las unidades académica en ese intercambio de conocimientos, pues la realidad unitaria y no islas desarticuladas. Es urgente enfrentar, con propuestas globales, los retos de la sociedad con dejos de moderna, puesto fuera de los linderos de nuestras unidades académicas, espera respuestas integrales a los problemas que ni la burguesía con su dinero ni el gobierno con sus buenas intenciones, han podido mover hacia horizontes plenos de oportunidades y desarrollo para todas y todos. Jamás ayudaremos a levantar la vida y tirar el hambre sino vamos como feudos con sus respectivos señores saludando con sombrero del siglo de las sombras.
Démosle prioridad a la academia, al conocimiento, a lo tecnológico y lo humanístico. Dejemos para las cloacas de las mafias el divisionismo, individualismo y estupidez. Hora es de adelantarnos al futuro con el cayado de la historia en nuestra mano y la luz de la sabiduría universitaria para llegar a cambiar de una vez por todo este país urgido de profesionales comprometidos con una mentalidad de unidad y justicia.©
lunes, 20 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario